Hace ya algunos siglos que en la región centroamericana se promovió la erradicación de la esclavitud de personas, hasta hace algunas décadas se penalizo tal actividad en nuestras leyes, sin embargo a pesar de estos esfuerzos aún surgen personas que esclavizan y realizan actividades tan denigrantes e injustas como obligar a menores de edad a trabajar privándolos de sus derechos básicos, asimismo, comerciando con personas o lo que se conoce por trata de blancas, la explotación sexual también es una forma de esclavitud moderna.
Lo anterior es solo un marco de referencia para sentar un ejemplo de la esclavitud que está definida por RAE como "Sujeción excesiva por la cual se ve sometida una persona a otra" es decir que en la esclavitud existen factores de sometimiento de las personas, violentando la voluntad y la libertad. Cuando la esclavitud era una actividad común existían herramientas que permitían someter al esclavo, por ejemplo, látigos para golpearlos, grilletes para asegurar su permanencia en un sitio determinado, etc.
El punto principal al que me quiero referir es una pregunta que le hago a usted como lector ¿Usted es esclavo o libre? le sugiero que se tome el tiempo necesario para responderse esta interrogante, es posible que la siguiente reflexión le ayude un poco a responderla:
Es obvio que para que una persona no sea esclava tiene que ser libre, la libertad según la RAE es "Facultad natural que tiene el hombre para obrar de una forma o de otra", se deduce que si podemos obrar o comportarnos como queremos somos libres. ¿Puedo comportarme libremente? contrario a lo que muchos piensan aseguro que no, el comportamiento cotidiano de nuestra sociedad Salvadoreña y centroamericana, está determinado a condicionalismo es decir, se intenta imponer formas de comportamiento, costumbres educación, encausadas a: consumismo desmedido y definitivamente a un libertinaje de los sentidos, disfrazado como "Libertad", me referiré a estos dos fenómenos uno a uno:
Consumismo desmedido: Es la tendencia que tiene nuestra sociedad a adquirir bienes y servicios no básicos para su subsistencia en ocasiones que no se utilizan otras no apropiadamente y en la mayoría sacrificando aquellos que si son básicos para subsistir, provocando deficiencias alimentarias, problemas de salud, acceso a información incompleta o errónea, etc. Para ejemplarizar este punto les propongo lo siguiente: la telefonía móvil, según estadísticas de las compañías que brindan estos servicios existen en El salvador una cantidad de teléfonos móviles activos que superan el doble de la población, es estupendo que nuestro país se halla abierto tan fácilmente a las comunicaciones, sin embargo, según estadísticas de la ONU el salvador tiene un 60% de pobreza media y un 45% de pobreza extrema, esta última porción de la población no posee lo básico para subsistir dignamente, es decir que no tiene acceso a estudio, alimentación, salud, etc. pero si recordamos el caso de la familia que se intoxico con semilla mejorada por que no tenían que comer, todos sus miembros poseían un teléfono móvil, con saldo disponible, es a esto a lo que me refiero, el consumo de bienes y servicios que no son básicos ni consecuentes a la condición económica del individuo.
¿Porque sucede esto? a través de los medios de comunicación, publicidad impresa en vallas murales afiches etc., se le ha cambiado los patrones de comportamiento racional a la sociedad algo que se conoce como cambio de ética o nueva ética, para lo cual nuestra población esta indefensa y a merced de cualquier impulso sensorial, totalmente dominado a comportarse como los medios de comunicación y publicidad le indiquen.
Falsa libertad: Esto está totalmente relacionado con el consumismo desmedido, ya que a través de la televisión, modas, películas, propaganda, campañas feministas, promoción de la libertad del género, etc., han propiciado en el pensamiento de nuestra sociedad que la libertad del ser humano está supeditada a el impulso de los instintos y a su satisfacción alejándose cada vez más de la moral y de las buenas costumbres, se ha vuelto común como parte de su cotidiano vivir, el entretenimiento, la necesidad de buscar placer a toda costa. Los sacrificios por el otro o incomodidades para que el otro se beneficie de ello ha desaparecido de la mente de los salvadoreños, SE NOS HA IMPUESTO GRILLETES EN EL CEREBRO, la esclavitud persiste, surge una pregunta final ¿Queremos ser libres en realidad o seguir en la esclavitud cerebral?
Oscar Durán
Editor.
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